Si no lees esto no pierdes nada

A veces, uno desearía el no estar atado al espacio y al tiempo. Poder hacer lo que quiera o lo que necesite sin más limitaciones que la imaginación. Estoy casado pero también soy divorciado (creo que ya lo he comentado en alguna otra ocasión) de la madre de mi hijo. Este hijo que tengo y que por su mal estar en el colegio y más concretamente con una profesora fue el que inició esta ruta por el cibernético mar de los blogs. Poco me importa quién o como lea esto. Si hago esto es por sentirme bien y por que no tengo ningún psicólogo cerca al cual poder ir; y la verdad es que poco escribo sobre mi aquí y menos de la gente con la que... "convivo". Pero el caso es otro. Siento que la historia de mi vida se repite en mi hijo en lo tocante a los estudios. Cuanto yo estudiaba pocos o ninguno eran los amigos que yo tenía en clase. Era más aficionado a leer y a jugar al ajedrez que al fútbol o insultar a las niñas. Que voy a decir sobre lo que pasó... creo recordar que todos los días tenía ostias en el recreo para desayunar. ¿Acaso entenderían ellos que era enfermo de asma y que ello me incapacitaba para el deporte?. Fui un inadaptado en el colegio. Y temo que a mi hijo le pase lo mismo. Recién acaba de llegar al colegio para cursar la E.S.O. y la primera bofetada se la ha dado el sistema. Está en una clase en la cual no le ha tocado ningún compañero de su antiguo colegio, son 24 alumnos en clase y de estos, 10 son repetidores, los cuales no paran de armar bulla y fandango, con el consecuente castigo del profesor para todo dios. Mi hijo, buen estudiante (el muy cabrón ha sacado más sobresalientes y notables en una evaluación que yo en todo un curso... o dos) lo está empezando acusar, ya en parte de estar solo (sin antiguos compañeros) ya en parte por la sobreprotección que le ha dado mi ex mujer hasta la fecha, lo cual ha hecho que no tenga defensas "naturales" contra cierta clase de comportamientos. Mi hijo cuando llamó el pasado día para decirme lo mal que lo estaba pasando no podía ver como yo tenía que poner la mano en el corazón para que no se me rompiera. Las malditas circunstancias personales que hacen que yo no pueda estar a su lado me hacen más difícil el llevar todo esto y por eso, ahora mismo, desearía no poder estar atado ni al espacio ni al tiempo, para así poder tener a mi hijo a mi lado, darle una protección que pensándolo bien, recapacitandolo mejor y sopesándolo debidamente no debe de tener ya que si no, en un futuro lejano no será el hombre del cual su familia se sentirá orgulloso. Aunque a decir verdad, yo ya me siento orgulloso de él pedazo de hijo que tengo.