En un claro ejemplo deportivo, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, en un encuentro futbolístico con rivales políticos, sufrió un pisotón y tuvo a bien propinarle un rodillazo en los testículos (en los cojones) a un jugador rival... parece que el talante de su amigo el Presidente Zapatero no le sirvió de mucho y decidió usar el antiguo pero siempre efectivo "ojo por ojo". Por supuesto no fue expulsado en una clara conjugación de saber estar y saber sobrevivir del trío arbitral.
Disfruta de las secuencias porque el que recibió el rodillazo a buen seguro no lo hizo.
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